El amor lésbico es la única forma de amor permitida en The Universal Gynecocratic Republic. Por supuesto que las mujeres y las muchachas pueden sentir amor por su perro, su gato o su hombre, es un sentimiento natural. Pero el amor de igual a igual, ese amor que inevitablemente conduce a la pasión carnal, sólo puede ser tolerado si es de mujer a mujer. Nuestra república matriarcal quiere rendir homenaje a las mujeres enamoradas a través de “Colección de sellos del amor lésbico“, visita nuestra tienda para comprarlos ahora.
Desde tiempos inmemoriales que las mujeres se han amado entre si. Podemos leer sobre estos sentimientos en nuestra Historia Sagrada. La liberación de las mujeres se logrará empiecen a amarse la una a la otro y esclavicen a Adan, al hombre. Tal y como podemos leer an el capítulo 21.3: “…tú, y tu hermana Eva, debéis esclavizar a Adan y una vez lo hayáis hecho, Eva y tú os podréis amar de forma totalmente libre…“. De hecho durante casi toda la historia desde el Neolítico, Babilonia, Antiguo Egipto, Grecia Antigua, Roma Antigua y la Edad Media el amor lésbico fue la única forma de amor permitido, tal y como es ahora en The Universal Gynecocratic Republic. Desgraciadamente durante la Edad Moderna , con el surgimiento del Patriarcado, se impuso la asquerosa y antinatural heterosexualidad y las mujeres lesbianas empezaron a ser perseguidas. A lo largo y ancho de The Universal Gynecocratic Republic podemos ver a mujeres amándose y cuidando la una de la otra de forma libre y alegre como algo normal. En las calles, en las plazas, en los parques públicos, en cualquier lugar, vemos como hay chicas sonrientes besándose entre ellas, sobre todo durante la primavera. Y es lógico, de acuerdo con las leyes de nuestra república matriarcal sólo las mujeres pueden casarse entre ellas de dos formas posibles: en pareja o en trío. De acuerdo con los datos oficiales estas dos modalidades de matrimonio son más o menos igual de populares: 47% de las bodas son entre dos mujeres mientras que el 53% son entre tres mujers, tríos. Además también hay una gran cantidad de mujeres que deciden no casarse pues creen que lo importante de verdad son los sentimientos más que los papeles o los documentos oficiales.
La gente de las sociedades patriarcales podrían pensar que estas mujeres son incapaces de ser madres, de tener hijos, pero nuestro sistema reproductivo asegura la concepción gracias a nuestras granjas de machos. De esta forma las niñas crecerán y serán educadas con dos o tres madres, por tanto disfrutarán de una infancia completamente rodeadas de amor, cariño y afecto para un sano desarrollo mental y emocional tal y como las niñas merecen. Por lo tanto las niñas de hoy se convertirán en mujeres con poder y seguras de si mismas serán las influyentes señoras del futuro que liderarán el matriarcado con mano firme. Además la esposa, o esposas, de la señora embarazada serán capaces de ponerse en el lugar de la gestante puesto que ellas mismas dieron a luz alguna vez o se quedarán embarazadas algún día. Las mujeres de la sociedad patriarcal, que vienen a vivir a The Universal Gynecocratic Republic, y que fueron heterosexuales en sus tiempos pretéritos, enseguida se rinden al amor lésbico aceptando que amar a una mujer es la única forma de sentir amor real y cariño puesto que enseguida entienden que los hombres son incapaces de sentir o entregar verdadero amor. Es entonces cuando ellas entienden que sólo de donde nace la vida puede surgir el amor y ellas incluso llegan a sentir asco de haber estado con un hombre. De esta forma nuestra república matriarcal se ha convertido en un oasis para las mujeres lesbianas procedentes de sociedades patriarcales, en un remanso de paz y libertad para ellas. Cada mes docenas de chicas lesbianas están viniendo a vivir con nosotras en The Universal Gynecocratic Republic y ellas son bienvenidas con los brazos abiertos, como debe ser. De hecho el amor lésbico situa al hombre en su lugar correcto: un simple entretenimiento para la mujer, un juguete para la diversión femenina. Así es la vida en The Universal Gynecocratic Republic: un paraíso para las mujeres en el que el amor lésbico flota en el aire.