The Universal Gynecocratic Republic es un país hecho por mujeres por y para las mujeres, por lo tanto el principal objetivo de esta república es la felicidad completa y el bienestar de las mujeres, desde que nacen hasta que mueren todas las mujeres y chicas viven felices y alegres en nuestra república ginecocrática. La razón principal de esta felicidad femenina es el hecho de que las mujeres, y las chicas, tienen todo el poder, dirigen todos los negocios y sólo ellas pueden utilizar el dinero. Además las féminas disfrutan la vida de forma saludable y libre, gozan del placer del sexo sin tabús ni miedos. Por supuesto, esta felicidad es posible gracias al hecho de que todos los hombre, y chicos, viven sometidos al poder femenino y están obligados, por las mujeres, a llevar un cinturón de castidad adecuado.
Dinero para ellas
En “The Universal Gynecocratic Republic” todo el dinero está controlado por las mujeres así que sólo las mujeres pueden dirigir negocios, sólo las mujeres pueden abrir cuentas bancarias y ahorrar o gastar dinero libremente. Mientras tanto los hombres son considerados como bienes, o mercancías, así que pueden ser vendidos, comprados o alquilados libremente en los mercados.
Poder para ellas
Cuando decimos: “las mujeres mandan en The Universal Gynecocratic Republic” significa que las mujeres tienen todo el poder: economía, política, justicia, medios de comunicación… El hecho de que las chicas puedan diseñar su futuro y el de la humanidad y de que las mujeres sean dueñas de su propio destino desde niñas crea en ellas un sentimiento de perpetua felicidad que perdura durante toda su vida.
Deporte para ella
El ocio y el deporte están reservados sólo para las chicas y las mujeres. La práctica del deporte mantiene a las mujeres conectados con su espíritu divino y las hace sentir libres y felices. Desde edades tempranas las niñas se inician en la práctica del deporte. Ademas el deporte se practica de forma sana y responsable, no como en la época del patriarcado, en la que el hombre pervirtió indecentemente su práctica.
Placer para las mujeres
El placer sexual está reservado para las mujeres: a través del conocimiento de sus propios cuerpos gracias a la práctica de la masturbación, las mujeres (desde niñas) aprenden a conocerse a sí mismas y a amar su naturaleza femenina. La búsqueda del placer divino, y del orgasmo, hace a la mujer conectar con la diosa Venus y con su sagrada naturaleza femenina. Las mujeres gozan del sexo dónde y cuándo quieren con absoluta libertad y siempre con una dulce sonrisa en sus labios femeninos.
Libertad para las mujeres
Las chicas y las mujeres muestran sus cuerpos femeninos y sus poderosas vulvas en cualquier lugar y sin ningún tipo de problema. Mujeres de todas las edades (incluso chicas y niñas) muestran sus genitales en público cuando ellas así lo desean, con una absoluta libertad y con un gesto de seguridad y poder en sus rostros. Las chicas toman el sol desnudas en los parques públicos si así lo quieren. Para una mujer enseñar la vulva es un signo de poder y libertad. Los hombres deben llevar cinturón de castidad en todo momento y lugar.
Adoradas por los hombres
Todos los hombres, y chicos, tienen la obligación de adorar a las mujeres y a las chicas como diosas que son. Por toda “The Universal Gynecocratic Republic” los hombres deben agachar la cabeza, como signo de sumisión al divino poder femenino, cada vez que ven a una mujer. Cuando un hombre ve a una mujer, o chica, desnuda tiene el deber de arrodillarse a los pies de ella, diciendo alto y claro: “Estoy a sus órdenes querida diosa”. La continua adoración de la que disfrutan las mujeres hace que éstas cada vez sean más y más felices.