En la República Ginecocrática Universal todo el dinero está controlado por las mujeres: sólo las mujeres pueden abrir cuentas corrientes, hacer transacciones bancarias, invertir en negocios, firmar hipotecas, hacer o recibir donaciones económicas, abrir o cerrar negocios….
El Banco Nacional de la República Ginecocrática Universal es el único banco existente en la República, está dirigido desde el gobierno y entre sus funciones está la de custodiar el dinero de las ciudadanas, otorgar préstamos (al 0% de interés y a retornar en cómodos plazos) siempre que lo considere necesario. Otra función importante del Banco es la emisión de moneda (el Venus) y el control del valor de ésta (deflación o inflación del Venus según convenga). El Banco Nacional de la República es una entidad totalmente transparente y todas las mujeres pueden consultar los movimientos, créditos y operaciones económicas sin ningún problema.
Hasta nueva orden el Banco Central ha fijado un cambio entre divisas de 2,2 euros por 1 venus.
Símbolo del Venus (moneda oficial de la República Ginecocrática Universal)
Símbolo del Banco Nacional de la República Ginecocrática Universal
Las muchachas al cumplir 16 años, momento en que según las leyes de la República Ginecocrática Universal se obtiene la mayoría de edad, ya pueden abrir una cuenta corriente en el banco y empezar a manejar su propio dinero. De esta forma el sector más joven de la población se siente partícipe y protagonista de funcionamiento económico de su nación.
La economía está al servicio de las mujeres de la República Ginecocrática, ya que no existe la acumulación de capital. Sólo el Banco acumula para servir a sus ciudadanas. El superávit de dinero que se acumula periódicamente se utiliza para promover planes de expansión de la filosofía ginecocrática en el mundo. Por ejemplo para financiar, en países de los cinco continentes, a actores afines a a causa ginecocrática: partidos políticos, asociaciones civiles, medios de comunicación, empresas y demás.
Los hombres, en cambio, tendrán prohibido el acceso al dinero. De hecho serán tratados como objetos, como mercancías para ser alquilados, vendidos o comprados en mercados de compra venta o de particular a particular. Por lo tanto un hombre, al ser considerado objeto y no sujeto, no podrá abrir una cuenta corriente, ni invertir, ni comprar o vender, ni heredar, etc…
También existen audiciones de esclavos que están reguladas, a través de subasta, desde el gobierno de la República Ginecocrática.