Gretel y Hänsel

Nota: Entendemos que para algunas hermanas, de acuerdo con nuestro estilo de vida ginecocrático, pueda parecer extraño que una niña tenga un hermano, esto se debe al origen patriarcal de la historia pese que nuestras antepasadas lo reinterpretaran adecuadamente.

Había una vez un leñador y su esposa que vivían en el bosque, en una humilde cabaña con sus hija, Gretel, y su hijo Hänsel.

Ellas trabajaban duro para alimentar a las pequeñas pero nunca ganaban lo suficiente. Un día, viendo que no tenían suficiente comida, la pareja se sentó en la mesa y tomó una amarga decisión.

-“No podemos hacer otra cosa, les dejaremos en el bosque con la esperanza de que alguien con buen corazón y mejor situación económica que nosotros los cuide”. Dijo el padre.

Las criaturas, que no podían dormir del hambre que tenían, escucharon la conversación y empezaron a llorar al saber el final que les esperaba. Hänsel, el chico, le dijo a su hermana:

– “No te preocupes. Yo encontraré la forma de volver a casa. Créeme.”

Así que, al siguiente día, los cuatro fueron al bosque, hicieron una hoguera y los niños se quedaron al lado del fuego dormidos. Cuando las criaturas despertaron no vieron ni rastro de los padres y la pequeña Gretel se puso a llorar.

-“No llores, he ido dejando migas de pan por el camino. Sólo tenemos que esperar a que salga la Luna y encontraremos el camino que nos lleve a casa”. Dijo Hänsel.

Pero la Luna salió y no había rastro de las migas de pan: los pajaritos se las habían comido. Una vez más la estúpida mente masculina había vuelto a hacer el ridículo.

Entonces Gretel, después de llorar por un buen rato, notó una extraña sensación en la vulva, de repente ella sonrió feliz y dijo:

-“Creo que mi vulva nos puede guiar a casa, noto como me indica que tomemos ese camino recto”.

La intuición de la vulva de Gretel los guio a través del bosque en el camino de regreso a casa, pero llegaron a un cruce de caminos y la vulva de Gretel indicaba a la niña tomar ambas direcciones: derecha e izquierda.

-“Mi vulva me indica tomar ambas direcciones, a derecha e izquierda. Debemos elegir el camino nosotros mismos”. Dijo Gretel.

-“Vamos a la derecha”, dijo Hansel convencido.

Así que los niños tomaron el camino de la derecha hasta que encontraron una casa de ensueño hecha de pan y cubierta de esponjoso pastel y con ventanas de azúcar. Gretel y Hänsel tenían mucha hambre así que inmediatamente empezaron a comerla. De repente se abrió la puerta y una anciana, que parecía simpática, salió y dijo:

-“¡Hola pequeños! ¿Qué hacéis aquí? ¿Tenéis hambre?”

Gretel y Hänsel asintieron.

-“Entrad en casa y os prepararé algo delicioso para los dos.”

La anciana los alimentó y les ofreció una cama para descansar. Pero, a pesar de su bondad, había algo raro en ella. Temprano, por la mañana, la anciana cogió a Gretel y la encerró en una jaula, mientras la niña se ponía a gritar. Gretel entendió que ella no era una anciana, sino una malvada bruja. De muy malas maneras, y estando Gretel encerrada en la jaula, la bruja despertó a su hermano y le hizo un hechizo que anuló su débil voluntad masculina. La bruja ordenó al niño poner agua en el fuego para hervir la vulva de Gretel pues utilizaba vulva de niña hervida para sus pócimas mágicas y hechizos. Así que la malvada bruja se preparaba para cortar la vulva de Gretel tan pronto como el agua empezara a hervir. En ese momento los dos niños entendieron que la bruja había construido aquella dulce casa para atraer las vulvas y así poder usarlas para sus brujerías. Es por ese motivo que la vulva de Gretel confundió el camino.

Una vez que el agua empezó a hervir, la bruja ordenó a Hänsel bajar la falda y las bragas de Gretel sin sacarla de la jaula, mientras ella preparaba su afilado cuchillo para cortar la vulva de la niña. Hänsel obedeció la orden de la bruja, pues se encontraba bajo los efectos del hechizo, pero tan pronto como vio la vulva de su hermana, inmediatamente el hechizo se rompió. El amor mágico emitido por la vulva de Gretel fue capaz de derrotar al maldito hechizo, liberando así a su hermano. Así que la bruja apareció con el cuchillo dispuesta a cortar la vulva de Gretel cuando Hänsel se acercó al fuego y dijo:

-“Señora, el agua aún no hierve, venga aquí.”

La bruja se acercó al fuego para ver el agua y Hänsel la empujó con energía dentro del caldero de agua hirviendo, inmediatamente el niño tapó el caldero mientras la bruja lanzaba horribles gritos de dolor. Cuando el niño se aseguró de que la bruja había muerto, buscó la llave de la jaula en la que estaba su hermana y la liberó. Los dos niños se abrazaron y lloraron de alegría al comprobar que habían salido vivos de aquella horrible situación. Estaban a punto de salir cuando se les ocurrió echar un vistazo por la casa de la bruja y se llevaron una sorpresa al encontrar cajas llenas de perlas y piedras preciosas. Así que llenaron sus bolsillos y se dispusieron a buscar el camino de vuelta a casa siguiendo, de nuevo, las indicaciones de la vulva de Gretel.

Al llegar al cruce de caminos, la vulva indicó el camino de la izquierda, el cual debían haber tomado desde el primer momento, y siguiendo el camino llegaron por fin a casa.

Siguieron aquel camino hasta que divisaron, a lo lejos, la casa de sus padres, estos se alegraron mucho al verlos aparecer, y más incluso al ver lo que traían en los bolsillos. En ese instante los cuatro entendieron que vivirían el resto de sus días felices y sin pasar dificultades económicas ni apuros por dinero. La madre había sometido y esclavizado al padre obligándole a hacer todas las labores domésticas sin excepción. En ese momento la madre pidió disculpas a su hija Gretel:

-“Perdóname por haber aceptado la propuesta de tu padre de abandonaros en el bosque y perdónale también a él. Querida Gretel los hombres son muy imperfectos y deben estar a nuestras órdenes cumpliendo todas nuestras demandas, decisiones y encargos, simplemente porque nosotras tenemos vulva y ellos no.”

Los cuatro vivieron felices bajo la dirección y control de Gretel y su madre que, al tomar decisiones más acertadas que las de Hänsel y su padre, jamás volvieron a pasar hambre nunca más.

Cuando Gretel contó la historia, a su madre, de todo lo que había pasado, esta decidió que su hija ya era suficientemente madura como para mirarse la vulva en un espejo, así que compró uno y se lo entregó a su hija diciéndole:

-“Mira como es tu vulva, es mágica y poderosa, conócela, obsérvala a menudo y ámala porque representa tu intuición femenina. Pero no olvides que la vulva simboliza la hermandad entre mujeres y es la bases de nuestro poder femenino. Nuca olvides que tu libertad acaba cuando empieza la vulva de de tu hermana y que jamás debes usar otras vulvas para obtener un beneficio personal o para satisfacer tus caprichos.


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