Es un hecho: los hombres son como los cerdos y, por lo tanto, nosotras las mujeres tenemos derecho a aprovecharnos de ellos y de abusar libremente de sus cuerpos masculinos para complacer nuestros deseos y caprichos femeninos, para nuestro entretenimiento y simplemente para divertirnos un rato. No debes olvidar, querida hermana, que la diosa Venus creó el cuerpo masculino para ser abusado por nosotras, las mujeres. Aquí tienes un ejemplo de lo que puedes hacer (o de qué forma puedes abusar) con cualquier parte del cuerpo masculino. Por supuesto que esto es sólo un ejemplo, nuestras mentes femeninas están abiertas todo el tiempo para abusar de nuestros machos como creamos conveniente.
Estas láminas de dibujo son usadas en las escuelas para enseñar a las chicas la utilidad del cuerpo masculino.
1.-La cabeza masculina. Recuerda, querida hermana, que los hombres no piensan por tener la cabeza vacía, por lo tanto no dudes en pisar la cabeza de tu macho cada vez que abuses de él.
2.- La nariz, boca y lengua masculina. El placer femenino es un derecho para la mujer y un deber para los hombres, así que no dudes, querida hermana en usar estas partes de la anatomía masculina para alcanzar orgasmos placenteros a través de prácticas como el cunnilingus o el analingus.
3.- El cuello masculino es muy sensible y frágil así que cada vez que quieras dejar a tu esclavo indefenso no dudes en morderlo, aplastarlo o agarrarlo firmemente con tus manos, querida hermana.
4.- Los hombros masculinos son muy útiles para montar a tu macho y usarlo como caballo de dos patas para, de esta forma acceder a lugares del bosque a los cuales no podrías llegar con un caballo real.
5.- Las manos masculinas están a tu disposición para obedecer todas y cada una de tus órdenes sagradas, querida hermana: para trabajar, para limpiar, para hacerte masajes… Las manos masculinas deben estar siempre listas para cumplir tus sagradas órdenes femeninas en todo momento.
6.- El pecho masculino es donde el hombre tiene su corazón y por donde respira, por lo tanto es el motor de la máquina. Jamás olvides sentarte sobre él, o pisarlo a menuda para que el macho acepte de forma definitiva que su vida está en manos femeninas.
7.- La espalda masculina resulta imprescindible para montar a tu macho como si de un caballo, se tratara después de ponerle una brida en su boca. Por otro lado (junto a las nalgas) es la zona ideal para ser azotada sin piedad hasta dejarla completamente roja y adolorida.
8.- El vientre masculino es una de las zonas más sensibles del cuerpo del cerdo así que puedes azotarlo, con una vara de castigo por ejemplo, cada vez que desees que tu cerdo sufra un dolor extra o cuando, para divertirte, desees saber hasta dónde son capaces de llegar los registros agudos de las cuerdas vocales de tu macho simplemente escuchando sus chillidos desesperados.
9.- Las nalgas masculinas son una de las zonas más interesantes del cerdo: las puedes azotar sin piedad con una fusta, con un látigo o con una vara. Puedes divertirte pateando ese pompis sin piedad para humillar a tu macho. También puedes azotar con pasión esas nalgas cuando estés violando el ano de tu esclavo con un dildo enorme, como la zorra inmunda que es. Finalmente añadir que es la zona ideal si deseas marcar para siempre a tu esclavo con un hierro al rojo vivo como si de ganado se tratara.
10.- La polla y los huevos es el área que define al macho, así que debe estar enjaulada todo el tiempo por una buen cinturón de castidad. Nosotras, las mujeres, debemos controlar a todo el cerdo a través del cautiverio forzado de sus genitales. Por supuesto que, de vez en cuando, podemos liberarlos para patearlos, aplastarlos o azotarlos por simple entretenimiento o diversión.
11.- El ano masculino. El cerdo deber ser dominado de forma externa, pero también interna. Como mujer que eres tienes el derecho de invadir las entrañas masculinas cada vez que te apetezca, querida hermana, y tu macho debe aceptarlo como un hecho natural respondiendo con una sonrisa en su sus labios, por supuesto. Así que todos sus agujeros son ideales para ser abusados por ti, querida hermana, para satisfacer tu sagrada diversión.
12.- Las piernas masculinas. Querida hermana: cuando vayas a comprar un esclavo te recomendamos que escojas un macho con fuertes y robustas piernas. Un macho con unas resistentes extremidades inferiores podrá ser montado al trote, o al galope, como si de un caballo se tratara. Pon siempre mucha atención en las piernas del macho que desees adquirir.
13.- 14.- Los pies, y palmas de los pies, masculinos. Ellos representan la conexión de tu macho con la madre tierra, así que (como mujer que eres) tú debes controlar esa conexión: pisa a menudo los pies de tu esclavo para enseñarle quien manda y, por favor, no dudes en azotar sin piedad las palmas de los pies de tu esclavo, con una vara o látigo, en caso de que tu macho intente escapar de ti.