El primero de marzo de 1966 la sonda espacial “Venera 3” llegó a la superficie del planeta Venus. Era la primera vez que un objeto, enviado desde la Tierra, llegaba a otro planeta y fue lanzado por la Unión Soviética.
Las mujeres de la Unión Soviética consiguieron que el programa espacial de ese país tuviera como objetivo Venus, considerando la importancia que ese país tiene para nuestra mitología matriarcal. La sonda espacial Venera 3 fue lanzada el 16 de Noviembre de 1965 desde el Cosmódromo de Baikonur (antigua Unión Soviética) y no fue por casualidad, puesto que toda el área del Caucaso y el Mar de Aral fue habitada en la antigüedad por poblados matriarcales en los que destacaron el carácter bravo y valiente de sus guerreras. Nuestras hermanas soviéticas quisieron rendir un homenaje a aquellas bravas mujeres, que supieron sacrificarse por el matriarcado y el poder femenino, con el envío de una sonda, fabricada en la Tierra, al planeta de nuestra sagrada Diosa Venus. Fue la primera vez que un dispositivo, manufacturado por la humanidad, alcanzaba otro planeta. Además, nuestras hermanas soviéticas consiguieron que la sonda alcanzara la superficie de Venus el 1 de Mazo, día en que nuestras mujeres antepasados empezaban el año en honor a la primavera y al ciclo de la vida.
Para nosotras, mujeres de The Universal Gynecocratic Republic, aquella gesta supuso la conexión entre nuestra madre Tierra y nuestra divina Diosa Venus. Así que por decisión de nuestras hermanas representantes políticas en reunión del pasado 16 de Noviembre del 2021, acordaron de forma oficial, celebrar el primero de marzo como primer día del año, además de considerar esa fecha (1 de Marzo de 1966) como el origen del tiempo en nuestra república. Si los países patriarcales cristianos viven en el año 2021 después de Cristo y los países patriarcales musulmanes viven en el año 1443 después de la huida de Mahoma de la Meca, y si en Israel y en las comunidades patriarcales judías alrededor del mundo viven en el año 5782 después de la creación de la humanidad, según la mitología hebrea, nosotras (mujeres de The Universal Gynecocratic Republic) vivimos en el año 55 después de Venera.
Reconocemos la labor y el trabajo de la Unión Soviética, puesto que sus mujeres lograron esta gran gesta que inspiró la creación de nuestro país, “The Universal Gynecocratic Republic”, primer estado matriarcal del mundo. Es por ello que consideramos a las heroínas soviéticas como nuestras abuelas. A pesar de vivir en un país patriarcal estas mujeres se las apañaron para crear los principios de nuestra república. De hecho la primera mujer en el espacio fue soviética, nuestra hermana, Valentina Tereskova pilotando la nave “Vostok 6” el 16 de junio de 1963, enseguida se convirtió en heroína y en referencia dentro y fuera de la U.R.S.S. Además, la primera mujer en la historia ministra de un gobierno fue también soviética, la famosa Alexandra Kollontai.
Muchas mujeres sacrificaron su vida y derramaron su sangre para defender a la U.R.S.S. durante la II Guerra Mundial. Algunas fueron francotiradoras, otras pilotos de avión, bombardeando las líneas alemanas. Especial atención merece el 588 Regimiento de Bombardeo Nocturno, las famosas “Brujas de la noche” cuyas acciones desmoralizaron, sin descanso, a las tropas alemanas.
Desde aquí queremos rendir un pequeño homenaje a todas las heroínas soviéticas, tanto a las mujeres anónimas como a aquellas que dejaron su nombre escrito en letras de oro para la posteridad: Liudmila Pavlichenko, Roza Šánina, Tatiana Baramziná, María Smírnova, Natalia Kovshova, Rufina Gásheva, Aleksandra Samusenko, Irina Rakobólskaya, Natalia Meklin, Valentina Grizodúbova, María Polivanova, Yevdokia Bershanskaya, Lidia Litviak, Yekaterina Budánova, Khiuaz Dospanova, Serafima Amosova, Marina Raskova,…..
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