Estrujando bolas

Normalmente las hermanas procedentes de sociedades patriarcales no están acostumbradas a agarrar testículos de hombre, a diferencia de nosotras, las mujeres de “The Universal Gynecocratic Republic”, la mayoría de ellas nunca agarraron a un hombre por las pelotas. Normally sisters coming from patriarchal societies are not used to grab men’s balls, unlike us, women from The Universal Gynecocratic Republic, the most of them never grabbed a man by its meat balls.

Los testículos son un símbolo de poder en las sociedades patriarcales, es por ello que nosotras, las mujeres, los hemos convertido en un objeto de entretenimiento y diversión, para nuestro relax femenino y los utilizamos para reír o relajarnos según nuestras necesidades. De esta forma tratamos a los hombres como se merecen, a la par que mandamos un mensaje claro al patriarcado: “Vuestro símbolo de poder es una diversión para nosotras, nos reímos de él libremente”.

Entrenando su mente masculina

Con el “balls grabbing” invades una de las zonas más íntimas del hombre. Una vez agarras sus testículos con firmeza, el macho no puede evitar que toda su atención se concentre en ti y en tus manos apretando sus testículos. De forma que el hombre siente como todo su cuerpo y su voluntad masculina te pertenecen a ti, estimada hermana. El macho siente como si, de repente, su cuerpo se ha convertido en una simple extensión de tu voluntad femenina, en un juguete.

Por tanto, junto con el “pegging”, el “balls grabbing” es la mejor forma de someter al hombre, pero a diferencia de éste, el “balls grabbing” o “balls squeezing” resulta más fácil de acceder, más cómodo y rápido, sin las preparaciones ni los protocolos a seguir propios del “pegging”.

A la vez que te relajas vas entrenando el carácter sumiso de tu macho: cuando al macho le agarran las bolas, éste siente una inmediata necesidad, primaria y salvaje, de responder con violencia para liberar sus testículos. Es entonces cuando, en la mente de tu esclavo, se produce un conflicto entre su impulso animal y violento de liberar sus genitales y su obligación moral de, como hombre, aguantar y tolerar, con una sonrisa en los labios, esa invasión de sus partes más íntimas. Durante todo el tiempo en que estés practicando el “balls grabbing” tu macho se debatirá en ese conflicto, es decir cuanto más tiempo esté tu macho sufriendo el “balls squeezing” más victorias conseguirá su deber sobre su impulso primario de rebelarse contra ti. De esta forma se convertirá en un esclavo más disciplinado y sumiso porque irá entrenando su mente en la aceptación absoluta de tu autoridad femenina.

Si practicas los ejercicios de “balls grabbing” a menudo (a diario o al menos una vez cada dos días) notarás como tu macho se vuelve bastante más complaciente y sumiso hacia ti y hacia tu voluntad femenina, pues teme que si no te satisface adecuadamente puedas destrozar sus bolas en la próxima sesión de “balls squeezing”. Vendría a ser como si, a través de sus testículos, agarrases su cerebro y te adueñaras de él con tus manos.


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Superioridad natural femenina

Cuando un macho lleva un rato notando como tú, o alguna de tus hermanas, le estáis chafando los testículos sin descanso, siente la necesidad de piedad y se pone a pensar en cómo hacerte sentir a ti, en carne propia, el dolor y la humillación de que alguien te agarre los testículos y los chafe sin descanso. Es entonces cuando interioriza su inferioridad natural masculina, pues sabiendo que tú no tienes testículos sino vulva, empieza a aceptar que la madre naturaleza le hizo inferior a la mujer, ya que la forma de la vulva es tan perfecta que no hay manera de agarrarla con la mano para estrujarla.

 

 

 

Nuestra vulva está diseñada para que nadie la pueda agarrar o estrujar. La diosa Venus la diseñó para evitar que sufriera cualquier tipo de daño o dolor, la dotó de sistemas de protección y amortiguación de golpes y (a diferencia del macho) la dispuso como órgano sexual interno, de forma que nuestro propio cuerpo femenino le sirviera de protección.

En este composit de dos fotos te mostramos las principales diferencias entre genitales femeninos y masculinos. La forma colgante de los testículos los hace ideales para ser agarrados y estrujados simplemente con una mano, mientras que nuestras vulvas no pueden ser agarradas ni estrujadas ni con una mano ni con dos, pues se encuentran totalmente protegidas.

Mientras los genitales masculinos no tienen protección por ningún lado, nuestra vulva se encuentra cómodamente protegida por tres almohadones de grasa (Monte de Venus en la parte superior y labios mayores a los costados).

Ejercicios

Invita a una hermana nacida y criada en “The Universal Gynecocratic Republic” para que te enseñe técnicas que podrás aplicar con tu macho. Los ejercicios más recomendables para que empieces a practicar con tu hombre son:

A) “El tirón”

Puedes escoger la posición tú misma, existen dos posibilidades: la primera consiste en poner a tu macho de pie, ligeramente inclinado hacia adelante, con las piernas separadas y el culo arqueado hacia arriba para dejar sus testículos al aire y completamente indefensos a tu merced.

La segunda posición consiste en ponerlo a cuatro patas, como si fuese un perrito, con las nalgas bien separadas para dejar sus testículos colgando y completamente indefensos y expuestos.

 

 

Una vez lo tienes bien colocado se trata de, cuando menos se lo espere, venir desde detrás y agarrar por sorpresa sus testículos con la pinza, que formarán tus dedos índice y pulgar, estrangulándolos con firmeza para, seguidamente, darle un fuerte y certero tirón hacia abajo.

 

Este ejercicio está especialmente diseñado para trabajar la atención del macho de forma que entrenará su capacidad de estar alerta en todo momento, pues nunca sabrá cuándo piensas darle el tirón testicular.

B) “La vaca lechera”

“Ya sé que te duelen las ubres, querida vaquita, pero aquí está mamá para ordeñarte adecuadamente”

Este ejercicio esta pensado para fomentar el sentido del humor y la diversión. Hacer mugir a tu hombre y ordeñarle como si fuese una vaca lechera te hará reír a la vez que le recuerdas a tu macho que está al nivel de cualquier animal.

 

 

 

Técnica de ordeñe: presiona con tu pulgar estrujando los testículos contra la palma de tu mano. Es la misma técnica del tirón pero esta vez deslizando tu pulgar a lo largo de su bolsa escrotal, como si desplazaras la leche hacia abajo.

Puedes poner, si quieres, un cubo entre sus rodillas y, para hacerle una broma, puedes llenarlo con un dedo de leche o agua con un poco de polvo, o yeso, para que parezca leche.

Mándale mugir de vez en cuando, ordénale que imite, con la boca, el ruido del chorro de leche al caer. Incluso es posible, aunque muy poco probable, que (si no lleva puesta su correspondiente jaula de pene) tenga una erección y llegue a correrse eyaculando en el cubo. Si esto pasara debes azotarle el culo salvajemente y sin piedad, con una fusta, hasta hacerle pedir clemencia entre lágrimas de puro dolor.

C) “Anti-stress”

¿Te sientes, a menudo, estresada y nerviosa, querida hermana? Relaja tu stress apretando tus dedos y estrujando un objeto con tu mano. Como sabes existen bolas de goma en el mercado, pero créeme, hermana, que el tacto suave y fresco de unos testículos afeitados harán que te relajes mucho mejor. Pon a tu macho a cuatro patas y colócalo a tu lado para acceder a sus testículos con comodidad.

Ejercicio especialmente diseñado para rebajar tu stress, cuando te sientas nerviosa, angustiada y notes ansiedad generalizada, podrás descargar en los testículos de tu macho, todas esas malas vibraciones que te incomodan. Los testículos absorberán todas esas malas vibraciones para depositarlas en tu hombre.

 

 

 

La bola de espuma tradicional no absorbe vibraciones, pues se trata de un material sintético, en cambio los testículos, al ser orgánicos, son capaces de absorber todos los malos sentimientos, la angustia, los nervios y las malas vibraciones que tengas dentro. Utiliza a tu macho como si fuese una papelera donde deshacerte de los malos instintos y de los pensamientos negativos que puedan preocuparte y perturbar tu mente. Una mujer debe tener la mente siempre limpia y relajada. Piensa, estimada hermana, que los testículos del hombre están diseñados con ese propósito.

“Cada noche, antes de ir a dormir, ordeno a de mi macho presentarse junto a mí desnudo y con su jaula de pene puesta, seguidamente aplasto sus bolas de carne con mi mano, me relaja, me ayuda a dormir mejor y, además, se afianza nuestra relación y él acepta su esclavitud permanente.” Hermana Luïsa

Notas y consejos:

1.-Para evitar accidentes desagradables siempre puedes insertar, o ordenar a tu macho que lo haga él mismo, un “plug in” en su culo para que no se le escape ninguna ventosidad mientras tú te relajas con el ejercicio.

 

 

 

Es muy común que al hombre se le escape algún pedo mientras haces cualquiera de estos ejercicios. Para evitar molestias innecesarias te recomendamos que compres un “butt plug” o plugin anal para insertarlo profundamente en su culo durante todo el ejercicio. Ya sabes que, si decides comprarlo en la web de nuestro patrocinador “Lockedinlust” tendrás un 15% de descuento usando nuestro código cupón “VPOWER” en la compra de cualquier producto, incluido “butt plugs” para machos. Para encontralos sólo tienes que clickar en el siguiente link.

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2.-Es posible que tu macho emita quejidos y eso te moleste. Puedes probar con un fuerte bofetón, o dos, pero dudamos que funcione al menos de forma permanente. Es mejor que utilices cinta americana de precinto para tapar su boca y evitar esas desagradables molestias.

 

No dudes en abofetearle y ponerce precinto en la boca si sus quejidos te molestan.

Recuerda, estimada hermana, que los hombres nacieron para sufrir y nosotras, las mujeres, nacimos para disfrutar. Por tanto n tienen por qué tolerar sus pequeños ruiditos de queja.

3.-Ten mucha precaución: estamos seguras que deseas seguir disfrutando de tus bolas de carne mucho tiempo más. Como sabes los hombres són débiles y endebles por naturaleza.

 

 

Te recomendamos, querida hermana, que no cometas ninguna imprudencia que pueda lastimar de forma irreversible los genitales de tu hombre provocándole la castración. Tú misma irás conociendo la anatomía testicular a base de práctica.

 

Todas sabemos que los machos nacieron para sufrir, pero piensa que cuando un hombre queda castrado pierde mucho, hasta un 70% de su precio original de mercado. No dudes en agarrar y estrujar los testículos de tu macho pero, sobre todo al principio hazlo con precaución si eres una hermana procedente del patriarcado y no lo has hecho nunca antes. A medida que vayas adquiriendo experiencia tú misma desarrollarás trucos y técnicas de agarre específicas tuyas y serás consciente de la fuerza adecuada que puedes, o no, aplicar en cada momento.

4.- Si te molesta que tu macho tenga una erección recomendamos que mantengas su jaula de castidad puesta mientras te relajas con el balls grabbing. De hecho la jaula de castidad hace que los testículos se realcen posibilitando, de esta manera, un acceso más fácil de la mano de la hermana a los testículos.

Además de garantizar la castidad de tu macho, la jaula te facilitará el acceso a sus testículos dejándolos siempre disposibles a tu libre disposición.

Y esto es todo estimada hermana, esperamo que disfrutes con tus ejercicios de “balls grabbing” y “balls squeezing” y te sientas cada vez más y más estimulada. Recuerda que es nuestro derecho y podemos disfrutar de él libremente.

Atención: ¿Te gustaría convertirte en ciudadana de “The Universal Gynecocratic Republic” y tener libre acceso a toda la web?

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